domingo, 27 de mayo de 2012

AmoR

 
«Todas las relaciones amorosas de la generación presente, tomadas en su conjunto, son para la totalidad de la especie humana algo tan serio como la meditatio compositionis generationis futurae, et qua iterum pendent innumerae generationes (*). La gran importancia de este asunto, que ya no se limita, como todos los demás, al bienestar o el dolor individuales, sino que afecta a la existencia y a la índole especial del género humano en tiempos futuros, es lo que sirve de base a lo patético y lo sublime de los asuntos amorosos, a lo trascendente de sus delicias y dolores; aquí, la voluntad del individuo, elevada a una potencia superior, se transforma en voluntad de la especie. Si, desde hace milenios, los poetas no se han cansado de recoger en innumerables ejemplos las vicisitudes del amor, es porque ningún tema iguala a éste en interés, pues, siendo determinante del buen o mal estado de la especie, guarda con todos los demás, que sólo afectan a lo individual, la misma relación que un sólido con una superficie. De ahí que sea tan difícil que un drama sin trama amorosa tenga interés, y, por otra parte, que este tema nunca se desgaste, por mucho que sea tratado a diario».
    
(*) «Meditación sobre la composición de las generaciones futuras, de las que a su vez dependen innumerables otras generaciones».
El mundo como voluntad y representación. Arthur Schopenhauer.

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